jueves, 30 de mayo de 2013

Parte 31 Oftwor

Todos se quedaron muy callados y después de unos instantes, la salamandra abrió los ojos y empezó a moverse

-porque eres una salamandra??-preguntaba  Wasser sin dejar de ver a Brann con mucho asombro y un poco de asco ya que ese tipo de animales nunca han sido de su agrado

-si yo pensaba que tendrías un cuerpo humano o algo que se le asemejara- preguntaba Aurinko imaginándose como seria

-realmente es el símbolo que me representa en su mundo y es así como me manifiesto aquí, la mayoría de la gente creería que me manifiesto en un ave fénix o un dragón, pero generalmente nos manifestamos en las formas más simples y comunes para así despistar a los que quieran encontrarnos con malas intenciones-

-ustedes?, manifestarte?, no entiendo- preguntaba muy confundida Aurinko

-si, el es por así decirlo el fuego, el es el elemento mismo-explicaba  Sckaifer sin dejar de ver a Brann –pero entonces vives en otra dimensión?

-por así decirlo, pero es más complicado que eso así que para no confundirlos mejor se los muestro, además pedías mi ayuda no  Sckaifer?-

Antes de que  Sckaifer dijera algo Brann brillo de una manera tan intensa que todos tuvieron que cerrar los ojos, al abrirlos vieron que se encontraban en el mismo lugar pero algo en el entorno o más bien en el ambiente era distinto

-bueno pues bienvenidos a Oftwor!!!- dijo Brann con mucho entusiasmo detrás de ellos

-pero no Oftwor era el pueblo que dejamos atrás- decía Eld girando para voltear lo a ver y llevándose una gran sorpresa, tanta que hasta soltó un pequeño gritito el cual hizo que todos los demás giraran para ver qué era lo que la había sorprendido. 

Al girar todos vieron a un muchacho  alto y delgado con la piel bronceada y brillante sus ojos parecían estar reflejando el fuego de algún lugar cercano pero nada cerca de ahí se estaba quemando  su cabello era corto y tenía un tono naranja muy singular, aparentaba ser de la misma edad que Sckaifer o unos 2 años más grande , pero algo en su gesto y postura decían que tenía muchos años más, este al ver que todos se quedaban atónitos al velo les sonrió muy dulce mente pero con un poco de diversión.

-no, lo que dejamos atrás era un pueblo común y corriente llamado Natyrë el cual tiene muchos paisajes hermosos, donde nos encontramos ahorita es Oftwor  el hogar de los elementos ya algunas derivaciones de mama naturaleza, pero solo cuatro somos los principales y los mayores- decía Brann todavía con un poco de diversión en su habla.

-entonces??- decían todavía muy confundidas Aurinko y Eld al mismo tiempo

-vengan dejare que mama lo explique mejor, así hacemos tiempo para que yo me desadormezca un poco ya que estuve muy lejos de mi cuerpo mucho tiempo-

-mama?- preguntaba por primera vez Sckaifer

-si, ustedes le llaman madre naturaleza, pero para nosotros literalmente es nuestra madre-

-pero como es que…-Wasser no pudo terminar su frase ya que Brann se adelantó a responder- no te espantes en este lugar todo muestra su verdadera forma, sentimientos, intenciones, en si aquí eres tal y como eres, no se puede ocultar nada-

Al instante todos voltearon a ver a Wasser y se quedaron aún más sorprendidos al ver que ya no era una gota   

-ahora entiendo porque estabas tan callado- decía Eld sin cambiar su expresión de asombro 


 Frente a ellos se encontraba un joven un poco más alto que Sckaifer de complexión de espalda y hombros un poco anchos, de cabellos rubios  brillantes, como si estos tuvieran luz propia, la piel era aperlada, a la altura del cuello apenas perceptibles se podían ver unas branquias, sus ojos eran de un azul marino muy vivo, como si en ellos se reflejara el fondo del mar acariciado por los pequeños rayos de sol que lograban entrar en el, los cuales resaltaban mucho gracias a su playera blanca con franjas irregulares que parecían agua corriendo alrededor de esta, sus pantalones eran de un azul muy obscuro pero en la parte final parecía como si este escurriera del cuerpo del joven, el cual veía a sus amigos y a el mismo con intercaladas miradas de asombro.

miércoles, 4 de julio de 2012

Parte 30



Sckaifer se quedó callado unos segundo y luego dijo

-Él me dijo... me lo pidió.

-¿Qué? - espetó Eld.

-Él me pidió que lo hiciera - respondió Sckaifer sentándose en una de las camas. - ¡¿Crees que fue fácil?! ¡¿Crees que perder a un amigo que acabamos de conocer hace unos minutos fue fácil?! ¡Y encima tu cometiendo esa imprudencia!

Eld no respondió, puso cara de indignada y se escondió debajo de las sábanas.

Sckaifer sabía que había sido muy agresivo, pero un dejo de orgullo no le permitió decir que lo sentía en ese momento. Además, seguía pensando que él tenía razón y eso le daba un poco de calma para seguir en ese estado.

Wasser y Brann decidieron no intervenir por el momento. Pero sí que lo comentaron entre ellos desde sus frasquitos. Surraron para que ni Sckaifer los pudiera oir.

El chico se quitó la gabardina y la dejó en una mesa que estaba en el centro de la habitación. Brann dijo al aire que no se preocuparan por ser atacados, ya que esa cueva no iba a permitirle a nadie más la entrada. Sckaifer no respondió, se recostó y cerró los ojos pero no intentó dormirse. Solo quería relajarse.

El silencio reinó en la habitación por un cuarto de hora hasta que Brann habló.

-¿Cuándo piensan partir hacia Oftword? No me gusta mucho la idea de quedarnos aquí por mucho tiempo. - Dijo Brann.

Sckaifer tenía curiosidad de por qué Brann conocía esa cueva pero su mente tenía demasiadas cosas como para querer concentrarse en ello en ese momento.

-¿Qué te dijo Fenidio? - preguntó por fin Eld, dirigiéndose a Sckaifer, al momento que se quitaba las sábanas de encima, sin darle importancia al hecho de que había estado en una cama de una habitación desconocida.

-Él se había dado cuenta de que nos seguían. Por eso me pidió que hiciera lo que hice.

Sckaifer no dijo nada más. Notó una alacena pequeña en el otro extremo de la habitación y fue a ver qué había dentro de ella. Solo halló algunas frutas no muy frescas, pero aceptables.

-Tenemos que comer un poco antes de continuar. - Dijo aún sin mucha emoción en su voz.

Eld no respondió nada y se limitó a comer un maracuyá. Sckaifer tomó un par de granadas.

Casi cuando terminaron de comer, Aurinko se despertó y se desperezó antes de levantarse para unirse a los demás. Le contaron lo sucedido y Sckaifer le pasó un manojo de uvas moradas. Ella tardó en aceptar la comida, pues estaba conmocionada por la noticia de Fenidio. Pero sabía que tenía que comer para continuar, sino, Fenidio hubiera muerto en vano.

-Díganme cuando esten listos para salir. - Dijo Sckaifer justo antes de señalar una puerta escondida al suroeste de la habitación.

-¡Listos! - dijeron Brann y Wasser. Eld solo dio un gemido que parecía de aprobación y caminó hacia la puerta junto con Aurinko. Al abrir la puerta se encontraron con un pasillo, lo suficientemente ancho como para que cupieran solo dos personas de tamaño promedio, que ascendía lentamente y daba vuelta hacia la derecha un par de metros más adelante. No tardaron en darse cuenta que el pasillo ascendía en forma de caracol. Un minuto después se toparon con una compuerta de hierro que no puso mucha resistencia para abrirse.




Poco fue el tiempo que les tomó llegar al mar de las libélulas. Estaba rodeado por el bosque, solo que los árboles no estaban tan juntos en esa zona aledañana al mar de las libélulas. El camino había estado gobernado por el silencio entre los viajeros. Pero a la primera mirada sobre el mar de las libelulas, el silencio encontró su fin.

-¡Wow! - gritó Wasser, a quien Sckaifer había sacado de su bolsillo junto con Brann.

Eld estaba igual o más sorprendida pero su combinación de enojo, frustración, indignación y tristeza no le permitieron expresarlo como normalmente lo haría. Incluso Sckaifer había quedado con la boca abierta al ver un mar que no esperaba ver. Aurinko no se guardó nada para sí misma y dio un grito de admiración. Esto invitó a Eld a dejar salir un poco la emoción que escondía. Pensaba que si Aurinko podía reponerse a lo que acababa de pasar, ella también podría.

Ante ellos se encontraba, no precisamente un mar de agua, sino una especie de acantilado muy ancho a mitad del bosque. Sus paredes estaban cubiertas de flores silvestres que despedian un olor delicioso. En el fondo había un lago color azul turquesa, brillante y hermoso. Su nombre lo recibía de lo que más asombró a todos, un banco inmenso de libélulas de todos los colores y tamaños, que volaban sin un rumbo aparente dentro del acantilado. Éste era mucho menos profundo que el anterior en el que habían estado, pero aún así era muy profundo. Era una escena digna de un sueño. El sol, ocultándose, se reflejaba sobre el cuerpo de las libélulas y creaba un sin fin de formas abstractas que embelesaron a nuestros viajeros. Por un instante olvidaron que debían encontrar la forma de cruzarlo. Su fin se alcanzaba a ver en el horizonte, pero aún así no querían tardar tanto ni gastar más energía.

Wasser y Brann soltaron más palabras de asombro ante aquella hermosa vista. Sckaifer solo asintió y pensó que Eld estaría dando brincos de emoción, pero no lo haría por cómo estaba. Eso lo entristeció.

Después de unos momentos, Sckaifer se percató de que a su derecha, a unos cuantos metros, se encontraba un pequeño y viejo muelle, en el cual estaba sentado un viejo de aspecto amigable. Traía un sombrero de paja, ropa gastada pero limpia y sostenía una caña de pescar que soltaba su hilo hacia el distante lago al fondo del acantilado.

-¡Eh, disculpe! - dijo Sckaifer, acercándose al muelle seguido de Eld y Aurinko.

El viejo dio un respringo y volteó hacia la voz que le había hablado, mostró una sonrisa y saludó amablemente.

-¿En qué puedo ayudarles? - dijo con una voz muy apacible.

-Me preguntaba si sabía de una manera rápida de cruzar el mar de libélulas.

-¡Ah! La manera más fácil es darle la vuelta. Pero supongo que quieren algo más rápido que eso.

-Si es posible, sí.

-Hmm... pues esa opción es la fácil pero tardada. La otra opción es la difícil pero posiblemente más rápida.

-¿Cómo? - dijo Sckaifer impaciente.

-El problema es que no estoy seguro. Solo sé que las libélulas te pueden ayudar a cruzar.

Sckaifer se quedó callado esperando más explicaciones.

-Para eso, primero tienes que agradarles a las libélulas. Al menos a las suficientes como para que te lleven del otro lado. El problema es cómo hacerlo. Algunos han intentado capturar varios insectos y darselos como muestra de su buena intención, pero solo ha funcionado con personas muy ligeras, pues conseguir muchos insectos para agradar a tantas libélulas no es tan sencillo ni rápido. - Hizo una breve pausa. - A menos que puedan volar o algo así. - Dio una risilla burlona.

-Oh... - comenzó Sckaifer. - Pues, gracias.

-No hay de qué, muchachos. Si pudiera ayudarles más, lo haría con gusto.

Aurinko susuró algo de preguntarle sobre su pesca pero Sckaifer comenzó a hablarles antes de que ella pudiera decir algo.

-¿Podrían hacer una de sus nubes como las de hace un buen rato, Aurinko y Wasser?

-Pero quiero darles de comer a las pobrecitas libélulas - espetó por fin Eld. Decidida a cambiar, o al menos a disimular, su estado de ánimo.

-¿Y cómo haríamos eso? - preguntó Aurinko.

Se quedaron pensando unos instantes hasta que Aurinko vio un banco de mosquitos cerca de la copa de uno de los árboles y se le ocurrió hacer un pequeño remolino de viento para atraparlos y dárselos a las libélulas. Pero se preguntaba si con eso sería suficiente para que cruzaran los tres (Wasser y Brann no presentaban un problema, pues iban en frasquitos con Sckaifer). Se alejó del muelle para que el viejito no la viera usando sus poderes y creo el remolino con los mosquitos.

A Sckaifer se le ocurrió una idea, pero no estaba seguro de si funcionaría o no. Se puso al borde del acantilado y tendió una mano sobre la pared de este, muy cerca de las flores. La tierra tembló muy ligeramente y las floreces abrieron aún más sus pétalos.

-¿Qué haces? - le preguntó Wasser.

-Intento acelerar la producción de polen... - respondió Sckaifer.

-¿Para q...? - pero se interrumpió a sí mismo en cuanto vio a varios enjambres de abejas salir de entre los árboles y dirigirse a las flores.

Aurinko hizo descender a los mosquitos que tenía atrapados en su remolinito para ofrecérselos a las libélulas junto con las abejas que había atraído Sckaifer. Fue un poco difícil porque el remolino también afecto un poco a las libélulas, así que unas cuantas se alejaron de ahí. Pero llegaron muchas más a disfrutar del banquete que les estaban sirviendo los viajeros.

Sckaifer se sentó un momento en la tierra para recuperarse del esfuerzo que acababa de hacer. Los demás también se sentaron a esperar que las libélulas acabaran de comer. Se preguntaban si eso sería suficiente.

Un par de minutos después, cuando las libélulas habían acabado con casi todos los mosquitos y abejas que les habían proporcionado, un buen montón de ellas se acercaron a los viajeros, quienes se pusieron de pie y observaron como algunas los rodeaban hasta que formaron una especie de cinto al rededor de sus cinturas y los levantaron un poco del suelo, solo lo justo para que una alfombra de más libélulas se posara debajo de ellos y los levantara para llevarlos del otro lado del mar de las libélulas.

Aurinko dio unos grititos de emoción (y un poco de miedo). Los demás no dijeron nada pero sí que estaban temerosos. Lentamente atravesaron el mar hasta llegar de nuevo a tierra firme, donde las libélulas los dejaron en el suelo con suavidad.

-Eso fue más fácil de lo que esperaba - comentó Eld sin el ánimo habitual.

Los demás asintieron y Brann les dijo que debían seguir hacia el suroeste hasta encontrar el sendero que los llevaría directo a Oftword. En el camino, Sckaifer fue caminando lentamente detrás de Eld y Aurinko. Wasser aprovecho la oportunidad para hablarle a Sckaifer en lo que se parecía a un susurro.

-Me impresiona que sigas sin hablarle después de tanto tiempo. Y me impresiona aún más porque volvió a su forma original y sabes que ya no puede volver a ser una pluma. - No obtuvo respuesta. - ¿Que no te dan más ganas de hablarle ahora que está así? - dijo esto último con un tono sugestivo que decía "si sabes a lo que me refiero..."

-Ahora no - comenzó a decir Sckaifer pero lo pensó dos veces -. Oh, esta bien. - Apretó el paso y alcanzo a Eld, poniéndose junto a ella. - Lo siento.

-Ya no importa - le respondió tajante, Eld.

-Claro que sí importa. La muerte importa.

Eld pareció crisparse ante esta palabra pero no dijo nada.

-Y perdón por gritarte en la cueva. Estaba alterado. Lo que hice me fue muy difícil, sobretodo por lo que implicó. No podemos perder a ninguno de los herederos, tenemos que encontrar esas llaves y sólo nosotros las podemos usar. Por eso no podía permitir que murieras. -

Wasser se quedó boquiabierto por el detalle que les acababa de revelar Sckaifer. Los demás hicieron lo mismo por la sorpresa de la noticia. La expresión en el rostro de Eld cambió súbitamente al escuchar tal declaración. Ahora tenía un semblante de reflexión y aceptación, sus músculos se fueron relajando.

-Descuida - dijo mientras miraba de nuevo hacia ninguna dirección en específico.

-Les explicaré mejor después de encontrar el cuerpo de Brann.

-¿Por qué después? - quiso saber Aurinko.

-Porque ya estamos llegando al pueblo y no quiero hablar de eso con tanta gente alrededor, ni cortar la historia a la mitad.

Nadie se había dado cuenta que ya se podían escuchar voces y carretas jaladas por caballos provenientes del pueblo.

Wasser se retorcía en su frasquito para llamar la atención de Sckaifer y preguntarle por qué decidió hacerlo ahora, además de no consultarlo con él. Pero en realidad no esperaba respuesta en ese momento, solo era que no se podía aguantar la duda.

Llegaron a la entrada del pueblo y Brann les dijo que sería mejor rodearlo hacia el oeste. En realidad, al lugar a donde él pensaba ir no estaba dentro del pueblo, sino en las afueras. Los condujo por un terreno pedregoso hasta que se convirtió en terroso. Los viajeros habían estado notando un ligero aumento en la temperatura del ambiente, pero no fue sino hasta ese momento en que el cambio fue lo suficientemente molesto como para comentarlo en voz alta.

Sin embargo, no era nada que no soportaran. Así que pronto siguieron su camino sin darle más importancia a ese asunto.

-¿Ven esa meseta de allá? - preguntó Brann. Los demás asintieron - Nos dirigimos a ella, a su cima.

La meseta, por suerte, no era muy alta y la escalaron sin problemas. En la cima encontraron una piedra del tamaño de un león promedio, parecía esculpida. Frente a ella había unas zarzas que Brann pidió que quitaran. Cuando hubieron terminado, un poco raspados y agotados, vieron que la piedra tenía un hueco en su parte inferior que formaba una cuevita chiquitita. Solo cabría una rata ahí, como comentó Aurinko. Pero se calló de inmediato al recordar que ahí podría estar el cuerpo de Brann y no queria que se ofendiera. Al instante, su cara cambió a asombro e intriga, ¿cómo iba a caber el cuerpo de alguien ahí?

-Espero que aquí esté - comentó Brann con mucho entusiasmo.

Todos se preguntaban cómo sería el cuerpo de Brann. Estaban impacientes por saberlo.

-¿Hay que escarbar o algo así, Brann? - preguntó Sckaier.

-Sí.

-De acuerdo. Este... ¿quieres que lo haga?

-¿Me harías el favor?

Sckaifer puso sus manos en el suelo y comenzó a excavar con una facilidad sorprendente. Se cuidaba de no hacerlo bruscamente ni muy rápido, pues no quería lastimar el cuerpo si lo encontraba.

-Mucho cuidado, por favor. Es más pequeño de lo que esperan.

Eso hizo que Sckaifer se detuviera un segundo y luego siguiera cavando más despacio. A los cinco minutos encontró algo. Algo muy duro. Era una cajita de piedra rectangular. Tenía grabadas unas figuras abstractas que recordaban al fuego. Todos se quedaron impresionados. En realidad era muchísimo más pequeño de lo que imaginaban. Esperaban algo del tamaño de una persona pequeña o mediana, pero esa cajita era minúscula.

-¡Sí! - exclamó Brann más entusiastamente que nunca. - ¡Lo encontramos!

Sckaifer puso su frasquito a un lado de él, sacó la caja de piedra que había encontrado y la puso junto a la flamita.

-Pero - Brann cambió su tono de voz - necesito energía para poder revivir el cuerpo. Mucha energía.

Aurinko se preguntó qué tanta energía podría necesitar para revivir un cuerpo tan chiquito pero no dijo nada.

-¿Y cómo la conseguirás? - preguntó Eld.

-La pregunta es ¿de dónde? o ¿de quién?

La última pregunta dejó a todos callados y con los ojos abiertos. Tendrían que absorber esa energía de alguien.

-No quiero sonar cruel, pero lo que se me ocurre es encontrar un animal pequeño - su tono de voz iba bajando conforme iba diciendo estas palabras. No estaba muy orgulloso de la manera en que iba a recuperar su cuerpo.

-¡¿Tienes que matar a una criaturita para recuperar tu cuerpo?! - bramó Eld.

-Lo siento, pero si la tomo de ustedes los puedo quemar muy seriamente. Incluso podrían perder alguna extremidad. O llegar a matarlos, y eso no me lo puedo permitir.

-¡Pero es muy cruel!

-No se me ocurre otra alternativa.

-¿Y si provocamos un rayo? - preguntó emocionada Aurinko, dirigiéndose a Wasser.

-Eso sería demasiado. Quemaría el cuerpo.

-¿No la puedes tomar de un árbol? - preguntó Sckaifer.

-Podría ser... - pero no debemos llamar mucho la atención.

-Puedes ir al otro lado de la meseta para ella nos cubra y así poder quemar el árbol.

-Esta bien. Intentémoslo.

Descendieron la meseta por el lado opuesto al pueblo y buscaron un árbol mediano que no sobrepasara la meseta. Sabían que en cuanto el árbol ardiera llamaría la atención y se tendrían que apresurar para terminar lo que iban a hacer e irse. Una vez elegido el árbol Sckaifer abrió la cajita de piedra y por fin vieron el cuerpo de Brann. Era una salamandra roja. A Eld y a Sckaifer les pareció bonita. A Wasser no tanto...

Brann se apresuró a combustionar el árbol y pasarle la energía a su cuerpo para volver a él. El lugar se sintió demasiado bochornoso, primero una gran llamarada del tamaño de un árbol y luego el fuego se traslado a la cajita de piedra. Wasser se encargó de apagar completamente el árbol, pero les preocupaba el humo que les avisaba a los aldeanos que había un incendio.

Pero en ese momento todos estaban atentos al cuerpo en llamas de Brann, que no parecía calcinarse, sino al contrario, tomaba un color más vivo. El fuego cedió después de unos segundos y solo quedaba el cuerpo radiante de Brann. No había ni rastro de aquella flamita. Todos estaban viéndolo con los ojos muy abiertos cuando sucedió, una patita se movió.

domingo, 13 de mayo de 2012

PARTE 29


¿Dijiste algo?- pregunto Wasser a Skaifer

-No, no eh dicho nada ¿Que has escuchado?- Le interrogo ahora este a la gotita

-Pues claramente escuche una voz- Le respondió un poco dudoso cuando de pronto

-Hasta luego-

Todos giraron y se sorprendieron cuando vieron como Lav se arrojaba de la espalda de Fenidio. Aurinko permanecia en rodillas mienras veía como Lav caia a tierra desde aqulla gran altura, Sckaifer corrió eh iso como que saltaría por el pero al instante Aurinko lo detuvo.

-Dejemos que se valla- Le contesto la chica-

Apenas  dicho esto ella fue arrojada hacia atrás por Lav quien sin dudarlo y muy aprisa beso a Sckaifer muy cerca de los labios y dijo – No creías que me iria sin despedirme de ti verdad- Este sonrio y de nuevo salto al vacio-

Sckaifer quedo perplejo por lo ocurrido, no hubo ruido hasta que Brann interrumpió

-Aurinko… ¿Por qué Lav salto asi?, ¿No te preocupa?, ¿Por qué nadie dice nada?- Decia alterada la llamita

-Es que el irá a cuidar a mis otras hermanas- Respondio Aurinko con una sonrisa la cual se notaba y tenia oculta mucha preocupación

-No te alteres Brann - Rapido hablo Wasser – Aurinko esta triste por la partida de Lav, Sckaifer esta choqueado por ese apacionado beso y Eld esta que no la calienta ni el sol jaja ironia no- Se burlo la pequeña gota

-¡Callate!- le respondió la aludida – Solo me quede en silencio por que no crei que fuera un momento para hablar, a diferencia de otros  se respetar los momentos adecuados-

-¡Sí claro! – dijo y sigio riendo la gotita

-En fin ¿Ahora que es lo que pasara?- pregunta Brann a todos

-Segiremos por el mar de las libélulas y encontraremos Oftword para regresarte a tu cuerpo y pedir un poco de tu ayuda- Dijo Sckaifer un poco serio pero aun apenado

-¿Por qué Eld no conservo su cuerpo?- por fin Aurinko pregunta lo que pensó hace un rato atrás.

Wasser de inmediato fue el que contesto – Por que la transformación real solo la puede hacer ella y con ese truco que tu ti….. que ese sujeto estaba utilizando tardaría mas en que se quedara permanente, por ello cuando interrumpimos la transformación ella regreso a ser una pluma.

Aurinko no respondió nada después de esto pero su rostro demostraba que tenía muchas dudas dentro de ella, Sckaifer noto esto.

-¿Qué más es lo que quisieras saber?- Le preguntó a la chica

-Pues… aun no se exactamente que es lo que buscan en este largo viaje-Contesto mirándolo directamente a los ojos.

Sckaifer se quedo muy pensativo y volteo a ver directamente a Wasser y después de reojo observo a Eld, pasaron un par de minutos y Fenidio fue quien rompió el raro e incomodo silencio.

-A mi también me interesa saber ¿por que ustedes an raptado a mi princesa?-

-¡Fenidio ellos no me an raptado! Yo decidi escapar con ellos- Contesto Eld rápidamente en un tono de reproche.

-Por ahora tratemos de ver que aremos al llegar al mar de las libélulas – contesta Wasser

No necesitaron mas que esto para saber que aun no es el momento para decir las cosas, mientras volaban sobre gran parte de Lion Teeht  hasta que…

-Perdonen pero ¿Cuándo me diran hacia donde tengo que volar?- Les dice aquella ave que utilizaban de transporte

-¡Eh!- fue el primer sonido que hiso Brann al escuchar esto

-¿Todo este tiempo emos volado sin un rumbo preciso?- pregunta Wasser –
 ¡Fenidio ¿Por qué no nos habías dicho eso antes?!- arremete Eld

– Calmense, es lo primero que devimos hacer cuando le pedimos que el nos llevara al mar de las libélulas- Les aclara Sckaifer.

-Solo hemos dado vueltas alrededor de Lion Teeth- Dice Aurinko con una sonrisa, disfrutando del hecho de que ella era la única que se había percatado de ello

Y después de todo esto el silencio volvió a reinar la situación mientras todos se miraban los unos a los otros con una única pregunta en todas aquellas mentes.

-¿Por donde es el mar de las libélulas?- rompe diciendo Fenidio de nuevo

-Pues….- Wasser duda- Si Sckaifer diles por donde-

-EH- El chico duda

-¡No sabemos donde!- Dice Eld ya que ninguno de sus amigos se decidían a soltarlo

-¡Entonces no lo sabemos!- Meciona Aurinko para ella como si se tratara de convencer que es verdad que no tenían idea de por donde es.

-No se preocupen- Brann dice saltando de su frasco hasta un lado de Aurinko

-No se asusten chicos, realmente no estamos muy lejos, cruzando Lion teeth por el norte lograremos llegar a un cañon, ahí se encuentra ciudad trébol y justo detrás de ella comienza el mar de las libélulas- Les aclara  Brann saltando en su sitio.

-¡Bueno para mi eso es muy claro!- Contesta la gran ave y se pone en marcha girando 180 grados para tomar el rumbo señalado por aquella llamita.
No tarda mucho tiempo y Aurinko canta una canción para tratar de aminorar aquel silencio

La puerta esta abierta ya….larala larala
Arranca el miedo de tu ser
Y no vivas retenido en el ayer…. Larala larala
Si algo malo pasó
Tu puedes lograrlo hacer un bien….larala larala
Encuentra el elemento
Que cada abertura necesita
Solo su mano puede girar
Y la solución estará….larala larala laraaaaraaalaraa

Aurinko cantaba muy animada pero apartir de aquí solo tarareaba, al parecer no se sabía toda la canción, después de un momento comenzó a repetir lo que se sabía y luego noto que el silencio por parte de los demás había aumentado

-¿Qué pasa?- Pregunta la chica al notar como Sckaifer no le quitaba la vista de encima con los ojos abiertos como grandes platos.

-¿Qué es lo que has dicho?- le pregunto el chico con nerviosismo en la voz

-Pues… esta es una canción que me enseñaron hace un par de meses- La chica menciona y se le quiebra un poco la voz al terminar- Fueron los padres de mi amigo Klang cuando el murió… bueno cuando crei que así había sido ellos siendo gitanos recorrían  todos los lugares posibles y  llegaron a escuchar esa canción que después me enseñaron

-¿Por qué me preguntas eso? ¿La as escuchado ante?- Indaga la chica
Sckaifer no responde y se queda mirando el cielo a espaldas de Aurinko

-Algo asi – Contesto Eld

-No lo entiendo- responde Aurinko con duda en su rostro y su voz

-Es una larga historia- le dice Wasser ahora con una voz tranquilizadora y continua- Aurincko ¿Te sabes el resto de esa canción?-

-Pues ahorita solo la cantaba asi por que quería detener el silencio y pues no trate de recordarla pero si lo pienso bien creo que si podre cantarla-

-Podrias hacerlo- Le dice Eld

-No no lo hagas- arremete Sckaifer

-¿Por qué no?- entra Wasse rápidamente
Sckaifer solo se queda en silencio por que realmente no sabe que decir para justificar su negativa

-Aurinko cantala por favor- esta ves es Brann el que lo pide
En ese momento Aurinko se pone a pensar y se acomoda de rodillas preparándose para cantar aquella melodía, todos guardan silencio para escucharla con atención menos Sckaifer  que se pone de pie y empieza a caminar por la espalda de fenidio hasta llegar a su cuello y pidieno permiso se sento como si montara un caballo.
Hace un tiempo atrás
2 pequeños  sangre azul
Sus vidas fueron a encontrar
Mientras jugaban
A orillas de un lugar
Larala larala laraaaraa
Aurinko continuo tarareando, al parecer había olvidado lo que contiunaba, todos los demás guardaban silencio mientras esperaban atentamente por que ella recordara la canción.

Uno tropezó y termino muy mal
Ya que en ese sitio no podía caminar
Ni una duda en los ojos
Del segundo chico se observo
Y a ayudarlo se apresuro
Larala lararala laraara
Todos permanecían en la misma posición menos Sckaifer quien parecía haber recorrido un par de centímetros hacia Fenidio y ahora ya no estaba sentado si no que se encontraba recostado con los brazos recorriedo el cuello de aquella gran ave en lo que parecía un fuerte abrazo.
Laraala laraaala laraarala
Aurinko termino esta estrofa  con un  tarareao muy delicado y agrego -Chicos esto es todo o que recuerdo- En cuestión de segundos Wasser y Eld agregaron cantando lo que parecía era la continuación de la canción
Facinados el uno por el otro
Algo muy fuerte se forjo
Y contra toda regla
Atravesaron dia y noche
Los muros que les impusieron
Llenos de reproches
Laraala Lararala Laraarala
En este momento se agrego Aurinko a las tarareadas y al parecer recordó un poco de lo que segía, asi los 3 entonaban esa melodía en ese momento.
Explorando más alla de sus hogares
Unas ruinas fueron a encontrar
A las que el tiempo no parecía molestar
Mil aventuras desde su imaginación
Se formaron sin vasilación
 Laraara Laraara Laarar
¿Cómo pudieron saber?
Lo que ivan a provocar
Cuando la aventura fueron a encontrar
Toda tierra, mar y nuve temblo
Y su destino cambio
Laraara rara Lararara
Acontinuacion estaban por entonar la primer estrofa que Aurinko había comenzado a cantar cuando una bola de fuego golpeo un ala de Fenidio.

-¿Qué fue eso?-Gritaba Aurinko

-¿Fenidio estas bien?- desesperada el pronunciaba mientras Sckaifer corria hacia ellos y la colocaba en su espalda

-Wasser, Brann vengan con migo- les decía Sckaifer extendiendo su mano hacia ellos
-Estoy bien Princesa, esa llama no es nada- Le contesto el ave mientras recobraba el control de su propio vuelo.

Lo que acontinuación paso fue muy rápido, los chicos voltearon la mirada hasta el lugar de donde provino esa bola de fuego y del cielo caian en picada centenares de hombres pájaro, parecía un desfile de estos y justo en medio de todo se encontraba un dragón  no era muy grande pero en su espada traia un objeto estilo tarima en la cual se encontraba el malvado rey de Aeridia y a su espalda venia Feng con la mano estirada hacia el frente.

-¡El fue el que lanzo el fuego!- Dijo Eld con un tono de preocupación y desprecio
Fen  volvió a disparar una enorme bola  de fuego hacia ellos pero Fenidio logro esquivarla a tiempo y esta se termino impactando con una de las montañas de Lion Theet provocando una avalancha.

-¡Fenidio ya casi salimos de Lion Teeht! Tata de volar sobre aquellos arboles que se ven a tu derecha y después ahí bajaremos- Grito Brann rápidamente

Fenidio hizo lo que la flamita le había dicho y esquivando ataques de fuego y a algunos hombres pájaro que lo habían tratado de taclear llego hasta los arboles pero al terminar estos literalmente no había nada de suelo solo un gran acantilado, era un extraño paisaje solo rocas y rocas de un tono rojizo se podía ver a una larga distancia de lado a lado y si miravas hacia el fondo se veía un largo rio pasando por ahí, este se veía muy delgado debido a la gran altura de aquel lugar, una caída podría ser fatal.

-Fenidio entra al cañon y vuela por el centro, ahí debemos buscar una entrada- Le gritaba Brann para que este se apresurara

-¡Basta de juegos!- Grito el malvado rey golpenado la mano de Feng  hacia un lado y levantando aquella vola de cristal que había utilizado en su castillo.

Esta empezó a tomar un color azulverdoso con tonos de morado en su interior mientras giraba en un remolino, no tardo mucho tiempo en brillar esta y encegida aquel hombre perdió la expresión que tenia en el rostro para quedar completamente perdido en si mismo. Sus ojos se habían vuelto blancos con unas sombras oscuras cual carbón bajo ellos.

Fenidio volava por el centro del cañon como le había dicho Brann y todos miraban a su alrededor para tratar de localizar aquella entrada de la cual había hablado la llamita.

Un fuerte remolino salió de aquella esfera y los hasoto contra una de las paredes de aquel enorme cañon, todos salieron disparados para direcciones diferentes, Sckaifer que traia en su poder a Brann, Wasser y Eld,  logro aferrarse con una de sus manos a una protuberancia de aquel lugar, con la otra mano dio un golpe seco al antepecho de aquel cañon y cerca de sus pies de aquella pared rocosa se desplego un balcón de rocas y raices en el cual se dejo caer de inmediato.

Aurinko  se encontraba flotando en el aire en una especie de remolino que al parecer ella había creado y se dirijio de inmediato hasta donde estaban los demás. Fenidio no corrió con tanta suerte, el se inpacto mas adelante con unas rocas algo puntiagudas  y después callo en picada.

-Fenidio ¡Vuela de nuevo! – Le gritaron los muchachos a la gran ave la cual parecía estar sin conocimiento

-Hay que hacer algo, si cae al agua morirá- Dijo Eld agitándose como si quisiera soltarse de Sckaifer y brincar al vacio para tratar de ayudar a su amigo.

-¡Espera Eld! No podemos – Dijo Sckaifer sujetándola con fuerza y poniéndose de pie tomo a Aurinko de un brazo y la pegó a contra a la pared colocando a Eld entre ellos cubriéndolos con su cuerpo y su capa, enseguida esta tomo el color de la pared de roca y desde dentro podían ver como los hobres pájaro pasaban buscándolos de un lado a otro.

-¿Por qué?, ¿Por qué?-se quejaba Eld mientras que los demás no podían decir nada de lo que había sucedido.

-Lo... lo siento Eld- fue lo único que Sckaifer pudo decir por que  de repentese comenzaron a escuchar grandes estruendos

-¡Ataquen! Acaben con eso y sigan buscando a los demás – Se escuchaba al fondo el rey desde su dragon el cual paso y se quedo muy cerca de donde Aurinko y los otros permanecían.

-¡Lo están atacando!- grito Eld una vez mas pero esta ves su voz era molestia- ¡No les vasto que estuviera por caer!-

-Sckaifer nosotros podemos detenerlos- Dijo Wasser agitándose desde su vaso

-Wasser ¿ya viste que es esa esfera?- le respondió el muchacho susurrando ya que aquel dragon había decendido hasta estar justo a un lado de ellos – Deverias reconocerla-

Todos miraron la esfera, la cual seguia con aquel remolino de colores ahora más verdosos que nadamas giraban y giraban sin final.

-Es la… - Wasser no termino de decirlo, ya que el dragon giro para estar viéndolos directamente y lanzo una llamarada de color amarillo. Sckaifer brico jalando a todos y ahora todos ivan en picada hacia el fondo del cañon, Aurinko se disponía a crear junto con Wasser una de aquellas nuves que habían hecho al escapar del castillo de Aeridia pero cuando justo comenzaban las partículas a juntarse todos se agitaron por el gran golpe  que se habían dado al caer en algo.

Todos estaban adoloridos y sorprendidos por lo que veian, estaban justo a la mitad del cañon podían ver el agua correr muy hasta debajo de ellos.

-¿Por qué nos detuvimos aquí?- Pregunto Wasser rápidamente que fue quien menos daño se causo al impacto por estar en la gabardina de Scaiker junto con Brann, por otra parte Aurinko y Eld no tuvieron la misma fortuna, Aurinko callo primero segida por Eld a espaldas de Sckaifer como verán Aurinko se llevo la peor parte

-¡Aurinko!- se preocupo Sckaifer levantándose muy rápido a pesar del dolor que sentía- Estas bien lo lamento-

-¿Eld tu también… como estas?- Tambien interrogo a la pluma, pero solo Eld contesto

-Estoy bien- con esfuerzo lo dijo

Todos estaban confundidos por todo esto y no notavan como aquel dragon con sus malvados jinetes se acercaban rápidamente hasta donde se encontraban

-Estamos en una especie de piso invisible- Dijo Wasser que ya había saltado de su frasco para tocar el suelo en donde se encontraban.

Mientras todos se arremolinaban alrededor de Aurinko aquel dragon se acercaba más y mas y justo cuando en la mira tenia a los chicos una llama le quemo el rostro y proboco que perdiera el control, y asi se golpeo contra una de las paredes rocosas de aquel lugar.

-¡Fenidio! Te encuentras bi… - dijo Eld algo agitada y sin terminar la oración.

Fenidio tenia un ala casi destrozada, apenas podía mantener el vuelo y se acercaba poco a poco a los muchachos.

-¿Se encuentran bien?- Esta pregunto con cansancio en la voz

-Fenidio tu ala… deves escapar- Le gritava Eld muy nerviosa

Aquella gran ave no hizo caso ni gesto si quiera de aver escuchado a la pluma – Sckaifer ¿Puedes cargar a la chica de aire?- Sckaifer entendió lo que Fenidio trataba de decir eh intento con todas sus fuerzas levantar a Aurinko quien se encontraba aun inconciente. Este tardo un poco y con Aurinko en brazos, Eld en su espalda y habiendo regresado Wasser a su lugar se puso a correr por el camino invisible que tenia bajo sus pies, esperando que este no tuviera un final y calleran ahora si al fondo del cañon.

-Maldita ave insolente, no te vasto que mi ejercito te atacara un poco, tu no eres mi objetivo asi que si te quitas ahora de mi camino juro que no moriras con tanto dolor- Le grito aquel malvado supuesto rey cuando su dragon ya había recuperado su agilidad.

-Jamas te permitiré que toques a estos muchachos y menos a mi princesa- Le contesto muy serio Fenidio mientras extendia sus alas lastimadas para cubrir de su vista a los chicos que corrian por el camino detrás de el.
Acto siguiente El dragon lanso una llama de fuego del mismo colos amarillo palido con el que había tratado de atacar a los chicos cuando se escondían pero Fenidio contesto expulsando este lo que era una gran llamarada de colores amarillos difuminados hasta el carmín.

-Se que no eres un dragon de verdad asi que tus llamas no son nada contra un guerrero de los volcanes como yo- Le dijo el ave muy orgullosa de su casta

-Asi que lo as notado- se vurlo su jinete – pero a qui tengo un guerrero con tu misma sangre- meciono haciéndose a un lado para que Feng apareciera

-¿Cómo  puedes traicionar a tu rey?-Le grita el ave

-Yo no lo traicione primero- se justifico
Feng elevo una de sus manos y de esta salió una flama de los mismos colores de la llamarada anterior de 

Fenidio, quien la volvió a expulsar al ver que lo atacaban. Las llamas se encontraron justo a la mitad del camino entre anbos bandos y se extendió hacia arriba cerca de mas de 5 metros de alto, el calor iradiado era casi insoportable para cualquier ser humano o creatura pero estos dos decendientes del mismo clan no sentían nada.

Feng tenia la duda en su rostro mientras atacaba y en cambio en Fenidio se notaba el gran esfuerzo que hacia por mantener ese fuego muy poderoso.

-Feng no jueges quiero que termines con el de una vez, ¿Qué no ves que mis presas escapan?- Grito por detrás aquel hombre que ahora habia perdido mas la apariencia de tener sentimiento alguno.

Feng no hizo nada, solo mantenía aquella llama al mismo nivel que el ave que se veía muy agotada esto parecía que jamás terminaría. Mientras tanto Sckaifer corria con Aurinko en brazos Eld en su espalda y dentro de su ropa en sus frascos permanecían Wasser y Brann.

-Sckaifer ¡te exijo que regreses a ayudar a Fenidio!- Gritaba y se ajitaba Eld

-No Eld eso no puedo hacerlo- Le contesto el mientras se trataba de mantener corriendo para salvarlos a todos-Me has obligado a hacer esto entonces- Fue lo ultimo que se escucho de la pluma

-¡Eld no lo hagas!- Wasser fue el primero enprotest ar ya que fue el primero en entender las palabras de esta.

La pluma se comenzó a agitar y sus colores pasaron de rojo carmesí hasta naranjas y asi se fue difuminando a tonos amarillos que cada vez brillaban y brillaban, Sckaifer sintió en su espalda el calor que irradiava aquella pluma pero aun asi no se detuvo y segia corriendo.

-Aunque me quemes jamás te soltare- Dijo el continuando con su paso apurado

-Sckaifer ¡Ella no esta tratando de quemarte!- Grito Wasse muy preocupado y un poco molesto por que el chico no notaba lo que ocurria literalmente a sus espaldas. Justo después de la frase de Wasser el entendió perfectamente lo que pasaba pero ya era tarde.

El cuerpo de Sckaifer de pronto se detuvo de golpe ya que un peso mayor que el lo había detenido, el cinturón con el que sostenía a Eld se rasgo y callo al piso permitiendo a Sckaifer safarce de aquel peso que lo había detenido así, el volteo para asegurarse de que su temor fuera cierto.

Frente a el se encontraba una chica no mucho mas alta que el, su piel era muy blanca, sus ojos eran grandes y de un color ambar que decían muchas cosas tenia esa especie de mirada que aunque no hablara los ojos lo decían todo aun que ella lo negara, su cabello era rojo cálido Seductor, provocativo y sensual eh irradiava un brillo algo molesto a la vista el cual se fue aligerando con el pasar de los segundos, ella vestia unas botas largas que sobrepasaban sus rodillas de  un color negro carbón el cual convinaba con el short y la camisa con solo un tirante de lado que traia puesto.

Su exprecion era de molestia, no dijo nada y salió corriendo hacia Fenidio quien seguía con aquella llama con esfuerzo enfrentadon a Feng.

-¡Eld, no!- Grito Sckaifer quien dejo recostada a Aurinko y corrió tras la chica que a trompicones trataba de llegar a la batalla –Apenas puedes caminar- le aclamava el y wasse.

Sckaifer se arrojo sobre ella y la tiro al suelo a unos cuantos metros de distancia del fuego ella forcejeaba pero era evidente que carecia de fuerza alguna y no pudo liberarse, ella solo pudo ver la batalla frente a ella.
Fenidio contenía las llamas y Feng no cambiaba de rito al lanzarlas, de repente todo se complico, Feng fue empujado hacia atrás terminando con aquel fuego incesante, fue el malvado rey quien ahora estaba señalando a Fenidio con aquella esfera la cual comenzó a girar en su interior volviéndose de tonos azules y frios.
Sckaifer logro ponerse de pie y levanto a Eld en uno se sus hombros mientras esta peleaba por ser liberada, cuando llego con Aurinko el grito de Eld fue lo único que se escucho retumbar el las paredes de aquel inmenso cañon.
-¡NOOOOOOO! – con lagrimas en los ojos vio como un gran rayo azul envolvía a su viejo amigo dejándolo congelado por instantes ya que el dragon que los había perseguido  lo había golpeado con su gran cola rompiedo el hielo en mil pedazos exparciendolos por todos lados.

El hielo en instantes se desintegro con el calor de aquel cañon y provoco que se llenara de vapores por todo el lugar nublando la vista de todos, el dragon agito sus alas y desvaneció más rápido aquella parede de humo pero ya no había nadie.

-Lamento lo de su amigo-dijo Brann mientras todos bajaban por unas escaleras de roca
Sckaifer tenia a Aurinko en su espalda y Eld caminaba frente a el con la cabeza viendo el vacio sin decir una sola palabra, incluso wasser no decia una sola palabra.
-Por ahora nos quedaremos aquí – les dijo mientras habría un pasadiso en la pared, dentro había una habitación muy modesta con 5 camas 2 de ellas eran literas y una era una individual, ellos entraron y ensegida la pared se cerro detrás de ellos.

Se mantuvo un gran silencio mientras Sckaifer ponía a Aurinko en la cama individual quien tenia unas vendas en uno de sus brazos
-¿Por qué no me as dejado… por que no hiciste nada?-

sábado, 10 de marzo de 2012

Parte 28

Rápidamente Sckaifer reapareció justo enfrente de Eld que yacía con el cabello de un rojo tan intenso que podría decirse en cualquier momento se tornaría amarillo como el primer rayo de luz al amanecer, este le  cubría completamente  el rostro, aurinko trataba de ver hacia donde estaba Sckaifer pero el brillo proveniente de Eld se hacía intenso cada vez más  obligándola a  entrecerrar los ojos.
-¡Eld!- grito Wasser mientras salía de su frasquito y se posaba en una de las tiras de aquella traslucida telaraña de hielo, casi al contacto de la gotita la telaraña emitió un crujido hueco parecido al de un vidrio rompiéndose tras una intensa ráfaga de viento dejando caer a Eld en brazos de Sckaifer mientras su prisión caía hecha pequeñas astillas heladas.
La habitación se ilumino completamente, pisadas y gritos de los presentes se incrementaban hasta convertirse en alaridos por la sofocante intensidad de luz que irritaba y calaba en los ojos como  si hubieran  estado en un túnel oscuro y de pronto salían a la  claridad del sol., la claridad rápidamente se desvanecía dejando a los hombres pájaro, a klang y al resto tallándose los ojos.
-Menos mal que aun me quedaba una de mis bombas de humo y aparición- decía Lav mientras ponía sus manos en las piernas y respiraba agitadamente.
-al menos estamos fuera de  ahí, hay que buscar una forma de salir de aquí lo más rápido posible, pronoto los guardias empezaran a buscarnos y cada segundo es preciado- decía alarmada Aurinko mientras se apoyaba en un peldaño.
Sckaifer que aun estaba con los ojos cerrados abrazando fuertemente a Eld se percato que una brisa fresca le recorría el rostro, estaban en una de las torres más altas del castillo y rápidamente alzo la vista para ver el lugar pero por alguna razón sintió menos peso entre sus brazos.
-así que ha regresado a su forma portable- decía Brann con cierta desdicha
- es mejor así, lo más seguro es que llegamos antes de que el ritual de transformación se completara, no era seguro para Eld estar en su forma humana después de estar tan agotada- le respondía Wasser a Brann- sin embargo debemos llevarla a un lugar  donde pueda reposar – concluyo con preocupación.
Sckaifer aun perplejo ignorando la conversación  de los demás veía en sus brazos a Eld que yacía inmóvil y en su forma de pluma… le susurro algo tan bajo que los demás no pudieron escucharlo, la abrazo y con cuidado la puso de nuevo en su espalda, parándose con cuidado aun aturdido miro como el sol se ocultaba al parecer el tiempo transcurrió mas rápido de lo que pensaban, pronto todos contemplaban que el cielo pasaba de un naranja tenue a un rosa cálido.
-y bueno- rompió la quietud Wasser pues este odiaba los silencios largos
-debemos marcharnos, el problema es… ¿cómo saldremos de Aeridia estando a una altura tan lejana?- se pregunto Sckaifer siendo la primera vez que hablaba fuerte desde aquel suceso dentro del castillo.
-no tenemos muchas opciones aunque esperemos a que sea de día los leones de Lion Teeth nos atraparan de nuevo, el tiempo corre y conociendo a mi tío mandara todos los guardianes en nuestra búsqueda-  decía Aurinko mientras miraba al suelo del castillo
-¿Lav puedes conseguir más bombas de esas para aparecer y desaparecer?- le preguntaba la gotita mientras se posaba en la mano de este.
-Podría hacerlas pero necesito un poco de tiempo y algunas semillas especiales… tengo que bajar a córtalas de algunos árboles- respondía Lav con tono de emoción y algo ansioso
-Bien te ayudo- le dijo la gotita
-¡¿Lav estás loco como se te ocurre bajar que no ves en qué situación estamos?!- gritaba Aurinko mirando  a Lav con una mezcla de angustia y sorpresa.
-Ya vuelvo hermanita- y sin dejar decir a Aurinko otra palabra se aventó del tejado desapareciendo en la copa de un altísimo árbol cercano
El viento se hacía cada vez mas helado, el cielo los cubría como una colcha de color morado mostrando estrellas como salpicaduras blancas apropósito  en una pintura oscura, el castillo era majestuoso  parecía hecho de piedras rosas pálidas con tintes grisáceos ahí donde el tiempo había dejado su huella, la ciudad se extendía por debajo de aquellas torres que parecían perforarían la capa de ozono si tuvieran una piedra más en su composición, poco a poco las luces aparecían en las casas y comercios, algunas luces eran amarillas otras rosas, la gente aun seguía caminando como si fuera medio día y parecía una pequeña metrópoli rustica de hormigas desde nuestros amigos contemplaban Aeridia, poco les duro aquel hermoso paisaje.
-Rápido corran- susurro Sckaifer a Aurinko y Brann señalándoles un pequeño techo que se formaba entre el roce de dos columnas.
Un guardián con alas pequeñas surcaba  buscando entre las torres y techos del castillo, primero uno, después otro hasta que se empezó a llenar mas y mas el cielo de esta clase de guardianes todos como halcones en busca de ratones para la cena.
-fue más pronto de lo que pensé- decía Aurinko  mientras miraban a los esbirros desde su escondite.
-No tenemos mucho tiempo Lav debería estar aquí- fruncía el ceño Sckaifer mientras lo decía.
el tiempo pasaba y pudieron ver como en una de las torres cercanas las luces se iban encendiendo de abajo hacia arriba, podían ver como las ventanas adquirían un color amarillo señal de que los guardias subían en su interior, Aurinko señalo hacia otra torre la cual también comenzaba a encender sus luces de la misma manera ascendente, otra torre se unió a su iluminación…
-Otra más decía Sckaifer-
-Otra – señalo nuevamente Aurinko y pronto las 7 torres  iban encendiéndose con las pisadas de los guardias como una marcha agitándose para un combate., las puertas de una de las torres que daban a los balcones de las torres se fueron abriendo dejando pasar a un gran número de guardianes dispersándose por todo el balcón, seguido de otro portazo proveniente de otra torre.
-¡Busquen bien que no quede ninguna columna ninguna puerta! ¡NADA!- gritaba un guardia con un bastón negro y detalles azules.
Guardianes se arremolinaban  yendo de un lado a  otro dando la sensación de bultos azul pastel moviéndose  agitadamente, de pronto la torre donde se encontraban Sckaifer y compañía iba a la mitad de su iluminación, las pisadas se hacían cada vez más fuertes, cada vez más cerca y en un abrir y cerrar de ojos las puertas se abrieron de par en par con gritos y armas sostenidas por los guardianes.
-¡AHÍ ESTAN, LASTIMARON AL REY ATRAPENLOS!- diciendo esto uno de los guardias fue como una trompeta de ataque que provoco una marcha feroz sobre nuestros aventureros, Aurinko veía sorprendida y asustada aquel mini ejercito camino a ellos, Sckaifer buscaba la manera de salir de ahí pero no tenía ideas claras por la sorpresa y la multitud, alzando la mirada vio como los guardias se aventaron hacia ellos en eso apareció Lav abrazando a Sckaifer y Aurinko dejando caer una  bomba  de humo y aparición dejando una estela de humo blanco y a los guardias unos encima de otros.
-¡¿Qué rayos fue eso?!- gritaba Sckaifer mientras abría los ojos y veía las estrellas tan de cerca que casi podía tocarlas.
-¡¿Aurinko recuerdas aquella técnica de crear pequeñas nubes cuando éramos niños?¡- gritaba Lav mientras seguía abrazándolos.
-¡si pero de que servirá!- contestaba Aurinko
-Wasser y yo tenemos un plan solo haz pequeñas nubes lo más rápido que puedas- miraba Lav a Aurinko.
-un momento… estamos… ¿¡ESTAMOS EN EL AIRE!?- gritaba Sckaifer mientras veía hacia el suelo que para ese entonces parecía un precipicio infinito.
-No tenemos tiempo, los soltare ahora- grito Lav
-¡¿QUE ESTAS DEMENTE?!- se preocupaba Sckaifer- No, pero te puedo volver demente si quieres- lo miraba Lav.
En ese momento Lav soltó a Aurinko y se abrazo solo de Sckaifer-¿el plan no era soltarnos a los dos?- replicaba Sckaifer que ahora tenía Pavor.
-un poquito más no hace daño- decía Lav mientras lo apretaba fuerte – pronto me pedirás más- y con un guiño Lav se separo de Sckaifer este con una expresión de susto y asco.
Recobrando la razón Sckaifer se percato de que caía en picada hacia el “precipicio”, de pronto una nube apareció bajo él y lo amortiguo en el aire pero pronto esta nube se deshizo dejando caer nuevamente a Sckaifer.
-Quizás tengo que acumular más humedad en las nubes, ya casi estamos pasando Aeridia- decía Wasser desde  el hombro de Lav
- Buena idea Wasser y Aurinko tendrás que hacer las nubes más grandes para aguantarnos a  todos, Sckaifer no está acostumbrado las nubes si sigue así terminara estrellado-gritaba Lav desde una nube a Aurinko que se encontraba en otra y así prosiguieron, Lav paso a la nube de Aurinko y de ahí aparecieron debajo de Sckaifer el cual se había desmallado de la impresión.
-No resistió la presión atmosférica, tendremos que bajar más rápido de lo que pensé antes que lo afecte más, Wasser necesito que pongas mas humedad en la siguiente nube y Aurinko confió en que la harás mas grande- prosiguió Lav.
Así fueron de nube en nube reapareciendo y apareciendo con ayuda de las bombas humo y aparición de Lav, algunas nubes no resistían y rápidamente tenían que trasladarse a otra, ya estaban a unos 800 metros de altura por debajo de Aeridia, las nubes traslucidas cual humo se abrían paso dejándolos ver una serie de puntos blancos que se mecían con la brisa nocturna
-Aurinko necesito que hagas la nube lo más resistente que puedas por favor… solo me queda una bomba….- decía Lav pasando saliva.
-Está bien… aquí voy- respondía Aurinko con los ojos muy abiertos apuntando varios metros hacia abajo donde se formaba una  nube, tan solo bastaron un par de segundos para que la bomba de  Humo y aparición hiciera efecto y se encontraran en la nube a muy pocos metros del suelo., Aurinko y Lav sostuvieron con más fuerza a Sckaifer mientras levitaban y descendían lentamente al suelo.
-¡Si funciono!- decía Wasser mientras saltaba en el hombro de Lav.
-¿Ya estamos en tierra?- preguntaba Brann mientras salía de un bolsillo de Sckaifer algo temeroso- odio las alturas- prosiguió.
-Sí, si ya estamos seguros ahora solo falta…- pero Lav no pudo terminar de hablar siendo interrumpido por Aurinko que lo silenciaba señalando alrededor mientras recostaba Sckaifer en el suelo, y así Lav quedo perplejo que veía como unos dientes de león  blancos cual nieve fresca yacían en todo el extenso campo.
-Guarda silencio y ayúdame a despertar a Sckaifer antes que los leones se despierten- miraba Aurinko a Lav mientras Brann y Wasser estaban a cada costado del susodicho.
-Le..ones… así que las leyendas de que aquí abajo habitan “Bestias de muerte blancas” son ciertas, supongo que no solo eran inventos para no bajar de Aeridia- murmuraba Lav sorprendido.
-creo que  se como despertar a Sckaifer, es la segunda vez que se desmaya y eso es muy raro- enfatizaba Wasser mientras juntaba pequeñas partículas de humedad que a su vez formaban gotas de agua arremolinándose en el aire, pronto era una gran masa de agua que se extendía en lo alto a la altura de la cara de Sckaifer y sin más decir lo dejo caer al cual nuestro desmallado se irguió dando bocanadas de aire.
-¿Qué paso y Eld?, los guardias… ¿ustedes están bien?- preguntaba confuso Sckaifer.
-Vaya creo que si fue un gran desmayo el que tuviste, tranquilo escapamos y estamos todo bien- decía Aurinko
-Si incluso ELD- remarcaba Wasser con un tono de diversión.
Sckaifer contemplaba el panorama, campos extensos de verde oscuro con miles de “ dientes de león “meciéndose lentamente con aquella brisa nocturna, en eso un sonido estridente parecido a un aleteo de un ave pero muchas veces más elevado los interrumpió, miraron buscando el origen de ese sonido, alzaron la vista y vieron como un ave gigante volaba a gran altura, un ave majestuosa  con las plumas en escarlata intenso se adornaban con otras plumas en las puntas de color dorado puro, su pico era prominente dejando lanzar graznidos que quebraban aquel escenario de quietud, ningún león despertaba o se alarmaba por aquella ave parecían estar en estado de hibernación y el ave de igual manera ignoraba su presencia.
El ave se desplazo dando enormes vueltas de vez en cuando divisando hacia abajo cuando encontró en la mira a nuestros aventureros dejándose lanzar en picada hacia ellos.
-¡AL SUELO!- grito Brann.
Y por poco las garras de aquella ave pasaron casi rozando las manos de Lav que cubrían la cabeza del mismo, el ave regreso en un aleteo tan glorioso como aterrador dirigiéndose de nuevo hacia Sckaifer y compañía.
-Tenemos que huir, corran rápido- decía Sckaifer mientras daba tras pasos por efecto del  desmayo.
-¡Alguien lléveme! – gritaba la gotita dando saltitos en el pasto, y este fue tomado por las manos de Aurinko, Brann fue recogido por Sckaifer y así empezaron una persecución a campo abierto esquivando a los leones dormidos como si se tratara de un bosque de arboles blancos, dando zigzags entre cada uno de ellos y el ave que emitía un sonido hueco  detrás de ellos, la sombra del ave los cubrió por completo parecía que aunque se lanzaran no alcanzarían a salir de aquella proyección, el ave emitió una vez más aquel sonido que alarmaba a  todos y se dejo caer cuando Sckaifer paso un tramo donde no había leones siendo llevado por una de las garras de aquella bestia.
-¡RAYOS!-exclamaba Sckaifer mientras era elevado a los cielos con un movimiento de la garra del ave, este caía con gritos directamente hacia el pico del ave abierto de par en par y de repente y  todo oscuro… no había nada.
-¡NO!- gritaron Brann, Wasser, Lav y Aurinko al unisonó, cuando Sckaifer abrió los ojos se encontraba viendo hacia el suelo a gran altura, un dolor en el cuello le impedía respirar y hablar.
-¿De donde sacaste esa pluma que posa en tu espalda?- Emitió el ave con su voz profunda y serena.
Pero Sckaifer no podía respirar ni hablar pues estaba siendo ahorcado con su propia camisa que era estirada y sostenida por una de las garras de aquella ave.
-¡SUELTALO!- gritaba Wasser pero el ave aun seguía sosteniendo a Sckaifer asfixiándolo más, lo lanzo al piso y este cayó fuertemente.
-Dime de dónde has sacado esa pluma- exigió el ave., Sckaifer tosiendo adolorido por el golpe  y respirando profundamente finalmente escupió- ¿qué te importa?, no hay nada que puedas saber.
El ave se lanzo en picada nuevamente y Aurinko, Lav  el pequeño Wasser y Brann se ponían frente a Sckaifer para defenderlo como barrera.
-¡ALTO! ¡ALTO PORFAVOR!- se escucho una voz familiar- SOY YO FENIDIO, ELD- gritaba la pluma que había recobrado la razón desde que había estado en el ritual de transformación.
-Eld… pero niña menuda situación en la que me has metido, ¿conoces a estas personas?  Estaba a punto de devorarlas porque pensé que se habían robado una pluma de tu padre, ¿ qué estás haciendo por acá?- decía el ave mientras tranquilamente descendía al suelo.
-Por favor no delates donde estoy, te lo ruego y si ellos son mis amigos lamento no haberlo dicho antes pero no podía- contestaba la pluma.
-Ya veo, tranquila no te delatare pero debes saber que tu padre está furioso pero sobre todo preocupado, no ha sabido de ti desde hace tiempo, no se explica porque escapaste-
-Lo sé, estoy en una aventura para ayudar a mis amigos, tú conoces el valor de una amistad y el honor de ayudar si se requiere- proseguía Eld.
-Tienes razón y lo entiendo… prométeme que te cuidaras por favor- contesto Fenidio.
-Sobre eso, ¿podrías hacernos un gran favor, podrías llevarnos al mar de libélulas?- pregunto insistente la pluma recobrando un poco su carácter.
-Claro que puedo pero necesitamos un permiso para poder cruzar el mar de libélulas, verás que no se puede llegar y cruzar la frontera de un lugar a otro sin aviso, al menos no por estas regiones- decía el ave mientras miraba con detenimiento a Eld.
-¿Que… podemos hacer para obtener ese permiso?- pregunto Sckaifer con cierto enojo, mirándolo con detenimiento.
-Ese es el problema “ex-cena”, las personas que otorgaban los permisos han desaparecido por alguna razón no sabemos por qué- respondía el ave a Sckaifer.
-Pero y si no hay quienes den los permisos, ¿no da igual si cruzamos así simplemente?- hablaba la gotita.
-Técnicamente si… pero aun así tengo presentimiento que no es buena idea…- se expresaba el ave.
-Por favor Fenidio, tu y yo nos conocemos desde que yo era pequeña eres amigo de mi familia, es un favor… por nuestra amistad- Le suplicaba Eld a Fenidio.
Y con una exhalación Fenidio extendió una de sus alas hacia el suelo-Suban- concluyo el Ave y así se alzaron en el aire todos sosteniéndose de las plumas finas de Fenidio.
-Y ahora se dirigen al mar de libélulas, bien esto marcha bien- decía aquel ser desde las sombras  mientras contemplaba el ovalo de proyección.
-escucharon eso?...